martes, 24 de agosto de 2010

La vida de los otros


"¿Puede un hombre escuchar esta música, escucharla de verdad, y ser una mala persona?" dice Dreyman haciendo referencia a "La sonata de un buen hombre". Sensibilizarnos con la música hace que nos sintamos un poco más humanos y, por tanto, tendamos menos al mal, pues ese humanismo estriba en el bien común. Es el caso de Dreyman que, después de suicidarse su mejor amigo, se dota de ese humanismo que carece el sistema totalitarismo de la RDA y por eso se jugará la vida por ese bien común y por la libertad de expresión . Paralelamente tendremos a Wiesler, agente implacable y solitario de la Stasi, cuyo objetivo será desenmascarar a nuestro protagonista, aunque, viendose salpicado por esa dosis de humanidad, sufrirá también una transformación interior que le hará tambalear sobre su intachable trayectoria de espionaje.

Película muy aclamada en su estreno, que recuerda a la grandiosa película de Coppola, "la conversación", resulta interesante de ver para conocer la realidad de la RDA y el control que ejercía la Stasi sobre el pueblo alemán. Personalmente no la consideraria como la gran película que resulta ser, donde lo que destaca más es la actuación (o no actuación más bien dicho, pues la inexpresividad es su principal virtud) de Ulrich Mühe.

1 comentario:

  1. Felicitats pel post! Recordo que el film em va agradar força i, com tu dius, el protagonista ho fa bé a l'hora de mostrar fredor però que també es vegi aquest canvi de percepció que té de la realitat. No he vist La conversación, me l'apunto!

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