sábado, 21 de agosto de 2010

Killer of Sheep


Cuando pensamos en los EEUU a veces nos viene a la cabeza la tan conocida frase de "la tierra de las oportunidades", el self made man (hombre hecho a si mismo), donde cualquier persona, sea de la clase social o racial que sea, puede llegar a triunfar.Y esa acostumbra a ser la tónica de las películas que nos llegan desde ese país, pues hay que darse buena publicidad. Pese a ello, la realidad que nos muestra Charles Burnett en The Killer of Sheep es otra bien distinta. La película se centra en un barrio pobre de afroamericanos donde vive nuestro protagonista, el "killer of sheep", pues dedica su vida trabajando en un matadero para mantener a su família humildemente. Para él no existe esperanza o oportunidad de salir de esa pobreza, tan sólo el día a día hasta que llegue el día de su muerte, igual que las ovejas esperan día a día hasta que llegan al matadero, sin posibilidad alguna de salida.

A destacar una de las secuencias más memorables de la película y que haya visto en mi vida en el cine:

http://www.youtube.com/watch?v=Dd0ZkEuXhes

En ésta, la hija canta con esperanza en los labios a ritmo de soul, es pequeña y aún no es consciente de la realidad que le cierne. Por otro lado, la madre se la queda observando con una de las miradas más fulgurantes que ha existido en el cine, incluso superior a la de Chaplin en el final de Luces en la ciudad. Esa mirada habla por si sola y nunca miente, transmite amargura e ilusión a la vez; ilusión por el rayo de esperanza que esta contemplando y amargura porque tal esperanza e ilusión acabarán desvaneciendose irremisiblemente.

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