"si no sabes amar y no eres bueno con los demás la vida pasa como un destello". Amar a Dios en un sentido global, pues Él es el creador del todo y todo es Dios. Amar la caricia del centeno en las yemas de las manos, amar el tacto del césped en la planta de los pies, amar la sensación del agua fluyendo por tus tobillos y amar todo abrazo y contacto físico con tus seres queridos. La naturaleza como el estado más próximo a la vida y a Dios, frente a la pérdida de identidad y del rumbo hacia la verdad, rodeado de gente codiciosa, de objetos sin vida y de rascacielos que impiden los rayos del sol, el Sol representado como a Dios, siempre presente en las secuencias de su infancia, dándole calor, protegiendolo.
Como se revela en Los Demonios, de Dostoievski, y se plasma en el árbol de la vida; si amas ,todo es bueno, todo. Son buenos los sermones de un padre a veces excesivamente estricto, pues en la ausencia de su lucha moralizadora puedes caer facilmente en el pecado. Son buenos los celos hacia tu padre y hacia tu hermano, pues luego descubres el amor auténtico hacia ellos y lo ciego que habias estado antes. Y es bueno hasta la pérdida de un ser querido, pues despiertas del letargo en el que has caído sin rumbo para volver a la vida, en su esencia.
Si no sabes amar la vida pasa como un destello, si no se siente nada viendo El arbol de la vida posiblemente yazca ya la alma sin vida.