sábado, 23 de octubre de 2010

Kagemusha

La representación del fin de un ciclo para la entrada de otro nuevo; en esta película Kurosawa se despide del estilo que lo convirtió en uno de los grandes del cine, cual era samurai se acaba con la entrada de la pólvora, y ve que sus katanas, estandartes y filosofia ya no sirven. Esto es lo que nos enseña Kagemusha, el fin de una era de la cual Kurosawa era un gran admirador, aunque desde una óptica distinta a la que todo seguidor suyo puede estar acostumbrado; esta vez no focaliza la historia en el gran heroe samurai, normalmente encarnado con Toshiro Mifune, sino que el centro radica en el grupo, en los batallones que van y vienen a lomos de caballos (otro guiño a una de las pasiones de Kurosawa) para conquistar el castillo del clan rival. Es dificil, por ello, situarse o identificarse con algo, pues no hay ese personaje con el que el espectador pueda empatizar y "sentirse cómodo" dentro del film, además de suponer un pequeño caos de nombres y clanes que se entremezclan, con lo cual puede crear confusión en determinados momentos.

Aunque la puesta en escena sea brillante, cuidando absolutamente todos los planos y detalles, se puede detectar la occidentalización que ha sufrido "gracias" a la producción por parte de Coppola y Lucas (admiradores declarados del director nipón) que no hace mella en la calidad, sino que le da otra tonalidad que es, cuanto menos, interesante de ver.